sábado, 30 de julho de 2011

El cubano de sepa (v/s el cubano americano)

(foto tirada de la internet, no tengo ni idea quien será este bello exemplar, pero estoy segura que es un latino)


De más está esclarecer que este texto es una interpretación mía particular de una realidad con la cual conviví hasta los 19 años de edad.
En congruencia con mi post anterior (el cubano-americano) a este le llamaré la especie original. El hombre cubano es generoso, paga la cuenta siempre que está contigo por principio. Es divertido, bailador y este es uno de sus puntos fuertes, es cálido, sensual, atrevido  o mejor dicho desinhibido. Te hace sentir segura porque sigue la máxima que “Dios lo puso en la tierra para proteger a la mujer”.  Ahora, tampoco es la sexta maravilla del mundo, por norma es celoso, machista y mujeriego. Cree tener siempre la razón y vive convencido que existen siete mujeres para cada hombre y que con buen sexo todos sus problemas se resolverán. En relación a la apariencia pecan por exagerados, les gusta llamar la atención con brillos y colores brillantes, exageran la moda como si no existiera el mañana.

En cambio por todos los problemas políticos y sociales que existen en la isla este modelo no funciona a cien por ciento cuando trasladado a los EUA. Aquí salen caros los hijos fuera del matrimonio (cosa común en cuba), aquí hay más que un cuarto para dividir en el momento de un divorcio (99% es el promedio de divorcios en la isla, o sea, que aquí tiene que pensarse mejor). Las bebidas son carísimas en los restaurantes y bares así que la diversión queda limitada cuando el objetivo es querer conquistar un futuro mejor. Aquí hay que levantarse temprano para ir a trabajar. Para simplificar, es mejor decir que el Sur de la Florida es el antónimo de cualquier ciudad de la Isla, lo cual quebranta la originalidad. Ellos se adaptan y van cediendo lentamente tanto en los defectos como en las cualidades. Lo más importante es que esta mutación es solo temporaria, ocurre solo en cuanto no es fin de semana porque al sábado y domingo “el venado regresa al monte”. Eso es algo bueno!.
Aquí tenemos entonces lo siguiente: un hombre divertido, generoso, sensual, que cuando quiere te hace sentir una reina, pero con una apariencia desajustada yo diría que exagerada y que puedes vivir convencida que te va a engañar con la primera que le enseñe los dientes.

Es aquí que sus rivales ganan algún terreno, no porque sean mejores (tampoco son peores) la cuestión en realidad se define en la mujer, es ella la que escoge entre el original y la copia. El mercado de las relaciones también exige un equilibrio entre la oferta y la demanda así que las preferencias de ellas también están dividas y así sobrevivimos todos.

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