Miami en guerra civil por concierto de Pablo Milanés

Puede parecer la misma historia, pero no lo es, yo diría que es un episodio más de esta saga. Ahora es Pablo Milanés que tiene un concierto marcado para el próximo 27 de Agosto en la Ciudad de Miami. Los sentimientos están a flor de piel en la ciudad, los diálogos sobre el tema están tensos. Voy por pasos, quiero estar clara antes de posicionarme. Yo no soy de aquellas que no se mete en nada, a mí me gustan las cosas claras o por lo menos esclarecidas.  Vamos a presentar el dilema de forma más o menos organizada, que para eso estudié derecho.

La figura central es Pablo Milanés, cantautor cubano, un icon de la música cubana, una carrera exitosa con seguidores no solo en Cuba como en toda la América Latina. Un oficialista declarado, un cantante que desde siempre ha prestado su voz y su imagen a la dictadura de Fidel.

Facto a impugnar: El concierto de Paulo Milanés marcado para el próximo día 27 de Agosto en la ciudad de Miami.

Las partes:

A)     Queriendo impugnar el concierto,  se encuentran  más de 10 organizaciones del exilio cubano en Estados Unidos. Principalmente los exiliados cubanos residentes en la Florida.

Argumentos: aquí encontramos argumentos que apelan al corazón, como el hecho de Miami ser la capital del exilio cubano y atención que la palabra exilio aquí tiene un significado fuerte, me tomé la libertad de consultar el diccionario y el significado para el término exiliado y encontré los  siguientes resultados: desterrado, expatriado, expulsado, confinado, refugiado. Estas personas que hoy residen en Miami fueron desalojadas de su país por una dictadura, no están aquí de turismo, fue esta la tierra que los acogió y los apoyó todos estos años. Ellos argumentan también que consideran este concierto una provocación y a Paulo un mensajero  de la dictadura. También esgrimen argumentos legales puesto que se arrogan ese  derecho como contribuyentes de este condado, que dan sus impuestos y su dinero para operar el estadio donde se realizara el concierto y no desean que sus recursos sean utilizados para dar propaganda a un agente de los intereses de la tiranía castrista.

El modus operandi: yo diría que no es el más correcto, las manifestaciones que convocan en las calles de la ciudad toman siempre matices poco ortodoxas como quemar los Cd´s de los artistas en causa, acusaciones directas a este o aquel que está en desacuerdo con sus ideas, en fin, actúan más con el corazón que con la cabeza!. Por veces pasan un mensaje de intolerancia y odio que repela a los cubanos recién llegados, cansados ya de este mensaje por parte de el des-gobierno cubano.

B)      La otra parte es representada por los promotores del concierto, ellos también empresarios cubanos residentes en Miami, The Associated Press, el productor del concierto, Hugo Cancio y incluyo también a los admiradores de Paulo que están de acuerdo con la realización del concierto .

 Argumentos: En respuesta a los argumentos que tienen alguna relevancia jurídica ellos alegan que también son contribuyentes de este condado y por tanto sus derechos son los mismos. Realzan además que en Miami viven otros residentes de origen latinoamericano que admiran a Paulo y desean que su visita se efectúe. En relación a los cubanos que están de acuerdo con la realización del concierto, existe por parte de muchos una línea clara que separa la persona de Paulo de su arte, o sea, lo que les importa de Paulo son sus canciones, su melodía, lo que ellas les hacen sentir, los recuerdos que su música les aviva y eso es lo que les importa, no van a escuchar ningún mensaje sublime que pueda existir por detrás de esto. Otros simplemente no discuten ni se interesan por la política y ni siquiera entienden la discusión. Otros hasta admiten que el dinero que recauda el cantautor irá directo a los cofres de los dictadores pero se orgullecen de ello porque afirman que eso es democracia, que es en estas acciones que nos diferenciamos de los dictadores, consideran que de eso se trata la libertad.

Conclusión: En mi humilde opinión, ambas posiciones son defensables. Todos los argumentos son válidos porque se trata de un tema muy delicado y que encierra muchas historias con contornos personales que animan a los participantes de uno y otro bando a adoptar esta o aquella actitud. Yo estoy muy dividida, tengo que confesar que me gusta la música de Paulo ( prefería que así no fuese) pero al mismo tiempo tengo una costilla de radical. Yo adopto un poco de cada una de las posiciones; por un lado no voy al concierto y así no colaboro con nada para los cofres de los dictadores y por otro lado adopto una postura de abstención en relación a los que quieran ir a apoyar el concierto, no pretendo manifestarme contra.

Y USTED?